14 de Noviembre de 2001 – Diario de Jerez –
juanmontespina@elcielo.es –
QUERIDO Juan: Como ya sabrás, hoy se inaugura la exposición-homenaje que en tu memoria han organizado algunos de los amigos, compañeros y discípulos que dejaste en tu pueblo después de toda una vida dedicada a las Artes Gráficas y a lo que ahora se ha generalizado en llamar Diseño Gráfico… por Ordenador, ¡no veas! (nosotros éramos dibujantes, suena mejor y es más bonito).
A mi particularmente nunca me han gustado las celebraciones en las cuales el principal protagonista no puede alegrarnos con su presencia, hubiese preferido, junto a todos los que tuvimos la suerte de relacionarnos contigo, estar a tu vera y alrededor de un lebrillo de buen ajo de viña -cucharón y paso atrás-, unos rabanitos tiernos y ese mostito que tan rico estará ya con estos fríos de noviembre, hablar de nuestras cosas, hablar de lo que nos salió bien y de lo que nos salió regular, recordar tantísimos momentos felices en los cuales siempre fueron protagonistas la amistad y la camaradería; recordar que tu fuiste junto con tus inseparables Manolo Valle y Rafael Virués el culpable de que muchos chaveas, entre los cuales me encuentro, encontraran el camino más adecuado para encauzar sus vidas por medio de una profesión que solamente se podía aprender en este Jerez junto a personas de la valía y categoría profesional y humana como la que tú y tus mosqueteros habéis dado muestra siempre, sin escatimar esfuerzos y con grandes dosis de paciencia, ante las torpezas y ganas de aprender de tantos aprendices a dibujante que desfilaron por vuestra cátedra jerezana de Proyectos Gráficos Mamelón.
Los que te conocimos y tuvimos la suerte de compartir parte de nuestra vida profesional contigo sabemos el legado tan importante que – has dejado por estos pagos. Hay parte de ti en muchísimas etiquetas que visten las botellas de nuestros famosos vinos de Jerez y que vemos a diario en las estanterías de bares y supermercados. Hay parte de ti en muchísimos envases de conservas de los más variados productos y lugares de España. Hay parte de ti en la reciente historia de la cartelería de nuestras fiestas más nombradas. Hay parte de ti en los diseños que hoy archivan los discos duros de muchos ordenadores, hechos por personas que mamaron tus enseñanzas y que ahora disfrutan de una de las profesiones más enriquecedoras del mundo, gracias a ti, Juan.
En fin, gracias a ti yo cambié un día el mono lleno de tinta de la máquina de imprimir y los ácidos del laboratorio de la ya extinta Jerez Industrial por la blancura inmaculada del papel en un tablero de dibujo donde yo podía expresar, con más o menos acierto, esos sentimientos que bullen en los rincones más creativos de nuestro ser, gracias a ti pude hacer realidad una ilusión que desde niño, en mis años de colegial en la escuela de los Hermanos del Sagrado Corazón, ansiaba conseguir algún día, fuiste tú la persona que me dio la oportunidad de conseguirlo y eso está grabado en mi corazón con letras de agradecimiento.
Seguro que tú continuarás garabateando ahí arriba aquellos angelitos entrelazados de rasgos caligráficos y racimos de uvas que con tanta destreza dibujabas con un bolígrafo sobre el primer trozo de papel que encontrabas en tu atestada mesa de despacho para indicarnos a los neófitos el camino a seguir en la decoración de un encargo bodeguero. Yo, para cuando llegue el momento, me apunto a tu cátedra en el cielo, quiero seguir mi aprendizaje.
¡Gracias, Juan!
Pedro Carabante Medina